Este proyecto permite a particulares y empresas apoyar directamente la conservación de áreas nativas. Al adquirir un crédito de carbono, financias un año completo de mantenimiento y protección forestal, asegurando su preservación y su importante función como sumidero de CO₂.
El importe pagado se destina a la vigilancia ambiental, el monitoreo, la gestión responsable, la prevención de la deforestación y otras acciones que mantienen el bosque en pie. Cada crédito corresponde a una cantidad de CO₂ que deja de emitirse gracias a la continuidad de esta conservación.
Es una forma sencilla y transparente de compensar las emisiones, apoyar la biodiversidad local y fortalecer las iniciativas sostenibles que benefician a toda la región.





